El Nombre de Beturia tiene su origen en la zona. La Baeturia Céltica fue en principio un territorio prerromano habitado por pueblos de origen céltico, relacionados o emparentados con los pueblos celtíberos de la Meseta norte. Los límites de su territorio lo constituirían al norte el arroyo de Fragamuñoz, Barcarrota y Nogales; al este la sierra de Feria, Los Santos de Maimona, Calzadilla de los Barros, Montemolín y el río Viar; al sur la sierra de Aracena y al oeste el río Guadiana. En la actualidad la Beturia céltica corresponde en su mayoría al suroeste de la provincia de Badajoz.
Este territorio se organizaría en un triángulo imaginario cuyos vértices serían Emerita augusta, Hispalis y Pax lulia. Su capital sería Nertobriga y en torno a ella se asentarían los oppida que Plinio el Viejo nos describe en su obra.
Este territorio estaría articulado en torno a unos ejes marginales de comunicación que estarían representados por las conexiones entre Hispalis, Pax lulia y Emerita, quedando los principales núcleos de población inmersos en ese triángulo imaginario. Desde un punto de vista geográfico la Baeturia Céltica aparece como un territorio uniforme, ajeno a las llanuras de Tierra de Barros que, por contra debieron actuar como frontera entre célticos y túrdulos.
Para las poblaciones célticas del suroeste peninsular, concretamente de la región llamada Beturia, la guerra fue un elemento muy presente en su sociedad. Esto se demuestra en sus ciudades, con importantes sistemas defensivos, que reciben influencias mediterráneas y se intentan adaptar a las nuevas necesidades surgidas del conflicto con Roma. Tras la muerte de Viriato los cambios se agudizarán aún más y se puede hablar de una auténtica revolución en los sistemas defensivos, pues se incorporan las últimas innovaciones y modas helenísticas, como puede ser el empleo de maquinaria de torsión en las defensas. El guerrero beturio destaca por su tenaz resistencia frente a las legiones romanas.
Las tres zonas por donde transcurre el Maratón senderista "Beturia Céltica de Salvaleón" se encuentran situadas en el interior de este triangulo imaginario, y más concretamente en la antiguísima villa de Salvaleón que encuentra su enclave histórico en el asentamiento celta del vecino Monte Porrino, al suroeste de la provincia de Badajoz.
ZONAS POR DONDE TRANSCURRE LA BETURIA CELTICA.
ZONA1 .- En el paraje conocido con el nombre de “Los Doce Apóstoles” donde se desarrolla nuestra ruta más popular y de alto impacto mediático: ruta de senderismo "Los Doce Apóstoles" en la que participan anualmente más de 1000 personas el día de la ruta y unas 350 a lo largo del todo el año.
La principal de nuestras rutas es la ruta de senderismo Los Doce Apóstoles. Dicha ruta se encuentra incluida dentro del lugar de la Red Natura 2000: - Zona de Especial conservación (ZEC) "Rivera de los Limonetes-Nogales" (ES43 10032) - Zona de lnterés prioritario (ZlP-l) "Regato de la Bejarana", por lo que es de interés para la asociación de senderismo "El Encinar" el cuidado y conservación del espacio natural por donde transcurre dicha ruta. El entorno de la sierra Monsalud es espectacular
ZONA 2.- En la cañada Real Madrid Portugal donde se desarrolla nuestra ruta Los Buitres de Salvaleón. La Cañada Real de Madrid a Portugal entra procedente del término de Nogales, pasa por la Finca “El Regio” de Salvaleón y llega al Mojón patrón que delimita los términos de Nogales, Salvaleón y Salvatierra de los Barros. El Risco Barbellio corona este entorno con cientos de buitres.
ZONA 3.- En la finca comunal Monte Porrino de 1700 hectáreas de dehesa. La Finca Comunal Monte Porrino (antiguo asentamiento celta) es una dehesa con 1700 hectáreas que se encuentra en el municipio de Salvaléon, perteneciente a la comarca Sierra Suroeste. Dicha finca es propiedad de todos los porrineros, nombre por el que son conocidos los habitantes de Salvaleón. Su localización se encuentra entre tres sierras: Sierra Santamaría, Sierra Monsalud y Sierra Barbellido. Cabe destacar que a parte de la gran riqueza en naturaleza existen gran cantidad de chozos rehabilitados que conviven con restos arqueológicos de otras épocas como por ejemplo, Dólmenes del Neolítico, cistas de la Edad de Bronce, restos de una villa romana y una tumba medieval, conocida como la Tumba del moro.
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